De la empatía, la simpatía y la interpretación.
- Fiorella Reiki y Flores de Bach
- 21 may 2017
- 5 Min. de lectura

Nos reunimos en el encuentro de Shihanes del 20 de mayo del 2017. Y luego de varias horas de sueño me tuve que levantar a escribir todo el aprendizaje que había decantado.
Sentí que estamos más abiertos a profundizar en lo que nos pasa, individualmente y como grupo. Sentí que nos permitimos ser más vulnerables. Sentí que nos permitimos equivocarnos más. Y creo que eso nos hace más humanos, más amorosos, con nosotros mismos y con los demás integrantes.
Hablamos sobre la empatía. Pudimos profundizar, en que empatía no es simpatizar. En que es comprender que siente el otro. Que es desde lo emocional, y no desde lo intelectual. Que no es reforzar lo que le sucede al otro, sino simplemente acompañarlo en su sentir, y que muchas veces esto sucede desde el silencio. Que es el acompañar sin juicio de valor.
Salió el tema de que se genera cuando empatizas con emociones que no tenés integradas, sanadas, o juzgadas como “negativas”. Como muchas veces proyectamos en el otro, lo que en realidad nos pasa a nosotros, o sentimos nos pasaría, si estaríamos en ese lugar. Que muchas veces hacemos causa común, desde nuestros juicios, y eso no es empatizar.
Lo que me llevó a reflexionar luego, es lo que, o no dio para profundizar o no quedó claro, no lo sé.
Es que empatizar no es interpretar. Que interpretar es creer que yo se lo que le sucede al otro, y quedarme con lo que yo creo que se, sin chequearlo con el otro. Desde la interpretación se generan los juicios de valor, y desde ahí proyectamos lo que nos pasa a nosotros con eso que nos trae el otro. Asumimos que al otro le pasa o pasaría lo mismo que a mi.
No hay problema con interpretar, de hecho lo hacemos todo el tiempo, lo que si nos puede ser contraproducente al momento de que el objetivo es acompañar al otro en su sentir sin juicio, es no darnos cuenta que estamos interpretando, creer que es la única verdad, y eso, en si mismo ya es un juicio, pero no lo vemos. Es ahí cuando digo yo “pecamos de soberbios”, en donde creo que yo se lo que pasa al otro, y creo que se lo que el otro tendría que hacer, y creo que no me puedo equivocar. De hecho puede que no me equivoque, pero soy un ser humano, y el equivocarnos está contemplado en el envase que traemos.
Retomo, volvamos al objetivo de querer acompañar al otro, y el otro querer que lo acompañemos, cosa que queda establecida cuando vienen a consulta tanto de Reiki como de cualquier otra terapia que hagamos. Puede suceder que la persona no se sienta acompañada desde nuestra interpretación, ya que bien puede ser que no sienta o no le pase lo que nosotros creemos que le pasa, y sea sólo nuestra percepción, o puede que la persona todavía no vea lo mismo que nosotros vemos en ese momento y se de cuenta más adelante en su proceso. Esto muchas veces genera una resistencia y una sensación de no ser comprendido en el consultante.
Voy a poner un ejemplo: vemos que alguien habla muy verborrágicamente sobre algo, y yo le respondo “no te tenés que enojar….”.
En este caso lo que sucede es que:
-estoy asumiendo que la persona siente enojo, cuando tal vez la que la percibe enojada soy yo.
-le estoy dando una directiva sobre algo que yo creo que tiene que hacer, desde mi juicio. ¿cuál sería en ese caso que esté enojada? ¿ y que me pasa a mi que creo que no debería estarlo?
-la directiva que le estoy dando, no es posible, por lo menos en ese momento, ya que si fuera asi que la persona esta enojada, es lo que le pasa, y no lo puede, ni tiene por que modificarlo, solo por que yo se lo diga. Es forzar a alguien a que sienta algo que no siente en ese momento. Es invalidar lo que el otro me está transmitiendo.
-al dirigirlo en algo que la persona no siente o no puede hacer (no lo tendría por que hacer tampoco), no le estoy validando la emoción, y la persona pueda que se sienta no acompañada, no comprendida, no aceptada, cuando no es la idea. (tengamos en cuenta que validar no es ni darle la razón al otro, ni reforzar lo que me está diciendo, ni decirle que es asi como el dice)
-tal vez la intervención más asertiva sería: “te siento enojada en lo que decís, ¿esto es asi?” o “¿Qué te sucede con esto que me estás contando?” y si es enojo efectivamente , devolverle por ejemplo “¿que te lleva a enojarte?”, “¿podés ver que te lleva a sentir eso?”, y en ese caso, habilitamos a que se enoje, lo acompañamos a enojarse sin jucio de que eso esta mal, o debería ser de otra forma, a que reflexione y ponga claridad sobre lo que siente, y principalmente damos lugar a que puede que lo que sienta sea otra cosa, y no asumimos como cierto sólo lo que nosotros vemos.
Para lograr esto, principalmente yo como acompañante tengo que tener en claro que me sucede a mi con cada emoción, si tengo algún juicio, alguna creencia, y a partir de conocerme mas a mi, puedo empezar a correrme de lo que a mi me pasa con lo que el otro me trae, vaciarme, y explorar realmente junto al otro lo que le esta pasando a el.
Cuando doy el curso de terapia floral, lo que les aconsejo a mis alumnas es, tener una libretita donde anotar, y dividirla en 3 columnas:
Que me dice la persona que le pasa.
Que emoción puntual es la que se va a trabajar desde las flores.
Finalmente que siento yo con respecto a eso que me dice la persona. Que me genera emocionalmente, y que creencias y juicios tengo sobre eso.
Puede que la columna 3 me sirva para repreguntarle al consultante sobre lo que me está diciendo (desde el: “yo siento con esto que me estás compartiendo …etc,etc..”), y abro la posibilidad de que lo ayude a poner en palabras lo que le sucede, o a ver que esto que yo siento es mio y no del otro.
Me sirve tanto para acompañar a otro, como para conocerme más a mi mismo. Teniendo en cuenta que por ejemplo si yo no me permito enojarme (o ni registro que no me lo permito), debido a mis creencias, cómo voy a habilitar al otro hacerlo, y mucho menos poder acompañarlo en consulta.
Obviamente esto no solo sucede con el enojo, sino con cada emoción que me resuene del otro, tristeza, sentimiento de perdida, sentimiento de que no puedo, angustia, dolor, sufrimiento.
Me conozco, luego me acepto, y puedo amarme a mi mismo, para poder recién ahí acompañar a otro a hacer lo mismo.
Gracias por el encuentro, y por abrirme a la reflexión.
Gassho.
Fiorella Oreste.
Shihan en Gendai Reiki Ho
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